México: el miedo, la apatía y la doble moral de los Obispos



A los Obispos mexicanos les faltan agallas. Agallas para reclamar al gobierno de ese país  sus politicas inhumanas. Agallas para defender la Familia  y agallas para defender la vida.


Ese país norteamericano se esta  convirtiendo en un caldo de cultivo de una gran revuelta nacional gracias a la ingobernabilidad que se vive. Llama poderosamente la atención que sea el bajo clero (sacerdotes cercanos al pueblo) quien este mas solidarizado con la problemática que azota al país.

Muchos Sacerdotes de las zonas de conflicto: Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Veracruz y otras ciudades con focos rojos han sido verdaderos mártires de la situación que asola al país, mientras que los Obispos viven en otro mundo. Nunca, al menos en los últimos 20 años ha habido una condena en bloque por parte de la Iglesia mexicana, o sea esto da a entender que el alto clero solapa, defiende y apoya al corrupto gobierno.

La pregunta que salta al aire es ¿por que la Iglesia jerarquica mexicana es sorda y no se inmuta ante los problemas que aquejan al país?  tan facil y sencillo, los Obispos tienen miedo a perder sus privilegios.

Los obispos mexicanos son doblemoralinos y les faltan pantalones, no tienen las agallas suficientes para decirlo de frente y a la cara (sino lo hacen con sus mismos pares) al gobierno que las cosas andan mal, al contrario, incitan a sus sacerdotes y laicos a armar sendas   marchas para defender la vida, la familia y la paz, pero no ellos convocan abiertamente, por que tienen miedo.

Me viene a la mente la frase mas trillada del nefasto Arzobispo de México, cuando en reuniones episcopales se habla de lo políticos  y se quiere  hacer alguna propuesta o sugerencia siempre sale con su "dejenlos trabajar" y así solapa la podredumbre politica.

Los laicos de a pie le piden al Espíritu Santo que dote de al menos un gramo de sabiduría a sus indignos e insignes pastores para que puedan llevar por buen camino a su grey, y que no se sigan convirtiendo en solapadores de narcos, politicos y empresarios rapaces que asedian al rebaño de Dios.

Existen por ahí alguno que otro Obispo que va a la vanguardia (con sus limitaciones) como el de Saltillo, el de Cuernavaca u otro, no son ni la cuarta parte del Episcopado, los mexicanos merecen tener verdaderos y santos pastores, pero parece que estos  apaticos, miedosos y doble moralinos no se ponen las pilas para defener incluso con la vida al pueblo de Dios.

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