México: El Nuncio, entre lobbys y cotos de poder





En México ya lo esperan. El católico de a pie mexicano sabe que el Nuncio es la misma presencia del Papa en México, esperan un Nuncio pastor y cercano, no diplomático  ni político, como el anterior, que encubrió y dejó cosas inconclusas. El alto clero también lo espera, pero sabe que viene con una agenda establecida y dictada por el mismo Bergoglio.


Franco Coppola de 59 años llega a un México socialmente dividido y diezmado por la clase política donde la Iglesia (jerárquica)  no ha querido o sabido dar testimonio de presencia activa, mientras que la iglesia laical se ha movilizado para defender la vida y la familia optando por los derechos ciudadanos.

Coppola llega con una agenda dictada por el mismo Francisco hace días. De todos los Nuncios (de Prigione a la fecha)  de los más jóvenes, han sido Prigione y Sandri que llegaron a México a los 56 años, y el otro joven de 58  fue Bertello, hoy Cardenal.

Coppola inicia su nunciatura de una manera peculiar, es un Arzobispo discreto y mediático, es el único que tiene presencia en la red social Facebook, con un perfil que en un principio parecía apócrifo, pero que conforme paso el tiempo se ha distinguido por ser un excelente facebookero. En las últimas  semanas ha hecho varias publicaciones sobre su agenda, la primera fue el 13 de septiembre donde informaba que sus actividades en África y en Roma, entre ellas su participación en el Encuentro de Nuncios con el Papa.





Coppola llega a una Iglesia Mexicana sacudida por el huracán Francisco, los Obispos apenas comienzan a despertar gracias al protagonismo de los laicos, quienes los han estado animando a defender a la vida y la familia con valentía, pero que pocos han escuchado dicho llamado.. Los Obispos mexicanos tienen miedo, miedo a perder su confort y sus lujos, algunos Obispos mexicanos tienen miedo de dejar de ser Príncipes para dedicarse a ser Pastores con olor a oveja. 

El lobby gay que se mueve en el círculo de algunos Obispos es una de las situaciones con las que se encontrará en diversas diócesis mexicanas, donde los cotos de poder se encuentran arraigados.

Uno de los cotos más influyentes al interior del episcopado mexicano es el Grupo Monterrey, un grupo liderado por el mismo Cardenal Robles que ha logrado imponer su liderazgo episcopal en todo el territorio mexicano. El grupo Monterrey  a diferencia del enclenque Club de Roma no tiene tanto contacto y poder en Roma, pero aun así han logrado poner en lugares claves a su gente, logrando desterrar el Aguiarismo y el grupo conservador de obispos, ahora casi desmantelado, que vivían a la sombra del Cardenal Sandoval.

El reto de Coppola es saber ser un Nuncio dialogante, pastor y con una capacidad mediadora no solo para dialogar con el gobierno sino para dialogar con los Obispos mexicanos que a estas alturas muchos se sienten príncipes y pocos son los pastores que Francisco pide para la Iglesia.


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