Son cientos y estan esparcidos por todo el mundo. Muchos fueron relegados, salieron de la Iglesia señalados, criticados, perseguidos y satanizados. Muchos se alejaron de su entorno clerical y colaboran en colegios u otras empresas de la Iglesia pero lejos de donde ejercieron el ministerio. Existen del alto y del bajo clero, desde curas de rancho hasta formadores de l seminario, estudiados y no estudiados que lo dejaron por una mujer o que vivian una doble vida aun siendo sacerdotes y que por el escandalo tuvieron que dejar el ministerio, tuvieron que dejar el dinero con el que mantenian a sus amantes y asus hijos.
Los que se fueron relegados por un escandalo o por valentía, conscientes del error ministerial que cometieron fueron valientes, pero existen otros cientos que viven su doble vida manteniendo con dinero de los fieles a sus amantes y a sus hijos.
Desde hace años algunas voces se alzaron para defenderlos, para re instalarlos, para justificarlos y fueron aplacadas. Una de esas voces fue el Cardenal Vivente Enrique Y Tarrancon quien presentó al episcopado Español a principios de los 80s un proyecto para habilitar a los curas casados, sobretodo al gran numero de Sacerdotes que dejaron el ministerio a raíz de los cambios del Concilio Vaticano II.
En esas propuestas que fueron resumidas en no mas de 10 sentencias destacaban que los sacerdotes secularizados (así se les llamaría a los que dejaron el ministerio y se reestablecerian) deberian ser tratados de manera diferente a los clerigos celibes, ademas serian reintegrados al ministerio por el mismo Obispo a quien deberan de obedecer y respetar como su máxima autoridad. La propuesta iba encaminada a un servicio gratuito por parte del "Cura secularizado" quien seria el responsable de sostener a su familia y de buscar un trabajo, esto sin causarle gastos inecesarios a la diócesis donde laboren.
La misma propuesta de Tarrancon incluia una regulación por parte de la Conferencia Episcopal por parte de estos clerigos secularizados. A principios de los años 80s Tarrancon viajo al Vaticano y lo presentó al entonces Papa Wojtyla, su propuesta quedo en revisión, pero unos años antes de su muerte se le confirmo que el Papa no estaba interesado ni aprobaba dicho material, argumentando que no se necesitaba ni era el tiempo.
La propuesta d e Sacerdotes secularizados es muy distinta a la propuesta que el mismo Wojtyla había puesto en estudio, la de la elección de hombres casados con gran testimonios para ordenarlos sacerdotes (en algunos casos llamados Viri Virtu) que tampoco prospero.
Veinte años después Bergoglio retoma esta primera propuesta que bien seria lanzada a nivel global en poco tiempo, una sorpresa más en este Pontificado, que esperemos funcione.
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