Autlán: verdades a medias en el caso Santos Pelayo





Aún existe  molestia entre algunos fieles  a raíz de la suspensión temporal del  Párroco de Unión de Tula, el Sacerdote Guadalupe Santos Pelayo.  En dicha comunidad los fieles se han estado organizando para conocer la situación del Sacerdote.



A raíz de la intempestiva visita del Obispo de Autlán, varios grupos de laicos se han organizado  para conocer la situación del ex párroco Santos, destacan el grupo que encabeza el ex presidente municipal  de Unión de Tula Jaime Díaz  acompañado de  las señoras Carmen Villaseñor y Guadalupe Dueñas con el apoyo de la ex regidora Ofelia Pelayo quien prestó su casa para hacer una  reunión a principios de esta semana. En dicha reunión se tomaron acuerdos  a realizar, acciones para conocer acerca de la situación que envuelve al  Sacerdote. Una de estas acciones era de que un grupo visitara al Obispo Rafael para que les diera explicaciones sobre el paradero de su amado Párroco.


El Obispado de Autlán ha guardado  silencio con respecto al caso, solo dos medios locales, no clericales, han informado a través de una entrevista (breve) a un miembro de la curia diocesana que se limitó a informar que el Sacerdote Santos se encontraba en retiro espiritual  voluntario y que no estaba suspendido.


A estas alturas está difícil que el Obispado de atole con el dedo a la feligresía y es que el mismo Obispo  es cauteloso  por lo que pueda suceder al tomar acciones que no beneficien al ex Cura de  Unión de Tula.


La pregunta que todo mundo se hace es ¿cómo es posible que el Sacerdote haya querido ir a un Retiro Espiritual y los miembros  de la supuesta orden fundada por él no lo sabían?, ¿si fue voluntaria la decisión de ir a retiro por qué  no lo notifico a sus colaboradores parroquiales?, ¿si  fue decisión personal por que salió discretamente sin avisarle a nadie?.  La situación se vuelve cada día más enredosa gracias a la falta de información del Obispado. En estos días el presbiterio diocesano se encuentra en Retiro espiritual y el tema Santos ha sido  uno de los temas  que se han tocado en los corrillos con los curas.


Se sabe que el caso Santos es muy delicado, ¿Por qué no  informar bien a la comunidad? Al menos tienen derecho a saber  lo que sucede al interior de la Iglesia, al fin de cuentas los fieles mantienen a sus sacerdotes. La Iglesia se escuda siempre en que hay que guardar la buena fama de los actores y con eso  manipula la información y ofrece a la feligresía verdades a medias.


El mismo Obispo de Autlán sabe que la situación por la que atraviesa la diócesis es delicada, cuando  fue elegido  se le informó que Autlán era  una bomba de tiempo y que la problemática  había llevado a la suspensión  del anterior Obispo por lo que su nombramiento conllevaba  también a mejorar la situación que se vivía en esa diócesis del occidente de México.


No es cierto que el Sacerdote Santos haya querido buscar un espacio de tranquilidad en un retiro espiritual de tres meses y menos en los días previos de la fiesta de Nuestra Señora de la Paz (24 de enero), fecha que él siempre  ha celebrado con los  miembros de la supuesta orden de los Heraldos y que había estado preparando con esmero. Si haya querido el mismo lo haya hecho después de las fiestas.


La orden vino del Obispo  tras enterarse (desde su llegada)  de una serie de anomalías en donde Santos estaba involucrado, de las cuales algunas ya hemos expuesto en otras entradas del blog.

Es normal que los laicos cercanos al Sacerdote piensen que es una injusticia, incluso  desde  hace años (como lo hemos venido comentando) Santos manipulaba a la gente y a los miembros de los Heraldos para presionar al Obispo en turno para que no lo movieran  a otro, incluso se sabe que desde hace meses tenía el nombramiento de una nueva comunidad  y que no obedeció al Obispo.


La suspensión temporal se da en un momento  decisivo para la diócesis donde el Obispo debe mantenerse firme y con autoridad. Cuando la Iglesia suspende a un Sacerdote y lo manda a meditar es por dos cosas, porque el Sacerdote se encuentra cansado y necesita un tiempo de descanso  o porque el Obispo dispone que el susodicho se aparte de toda labor pastoral por razones delicadas, en ese caso no se le permite celebrar o aparecer públicamente y se aparta de su comunidad mientras el Obispado investiga. 


En caso de que la investigación sea cierta entonces el Obispo toma cartas en el asunto y tiene la potestad de suspenderlo de la actividad sacerdotal, en ocasiones dejándolo como un simple laico. Desde luego notifica a Roma y listo.


La feligresía de Unión de Tula no comprende la magnitud del problema,  no es envidia a los logros y grandezas del Cura Santos Pelayo, tampoco se envidia a sus dones, el cura Santos no es más ni menos que el Obispo, simplemente todas las grandezas y prodigios que dicen que realizaba se caen en el momento en que Santos no obedece al Obispo y hace lo que quiere. 


Algunas personas han comentado que Santos Pelayo  envió un audio por whatsapp llorando ante la terrible injusticia que vivía, una especie de manipulación, a lo cual las personas molestas empezaron a criticar al Obispo en los grupos parroquiales, en las pláticas pueblerinas e incluso  en las redes sociales, ¿pero que acaso Santos Pelayo no decidió irse por voluntad propia a un retiro?, el caso es que según dicen en el pueblo Santos Pelayo pidió calmar las aguas, porque sabe que no le favorece.


La actitud del Obispo ha sido la indicada, no debe bajar la guardia, el mismo comentó a algunos miembros de su comunidad que el problema de Autlán eran los lobbys o pequeños cotos de poder que no dejaban gobernar a los Obispos y este ha enfrentado a uno de los más problemáticos, un coto de poder que manejaba intereses económicos  y políticos. El Obispo no debe dejarse amedrentar por un grupúsculo de laicos o por uno que otro empresario, sino su labor se desmeritaría, incluso correría en riesgo su episcopado. Ya ha actuado y ¡bravo! Una acción valiente y decidida a un caso similar al de Marcial Maciel, sin duda el Sacerdote Santos ha entrenado muy bien  a su feligresía para que lo defiendan con uñas y dientes, pero se trata de un verdadero lobo con piel de oveja.


Mientras tanto los Heraldos es algo que solo existe en lo físico, pero en lo canónico no existen, aunque tienen buenos elementos la mayoría están viciados y por ende no debería de haber permiso para seguir. Lo que la iglesia ha hecho en algunos casos distintos en otras partes del mundo, es mandarlos a sus casas, esto puede prevenir un dolor de cabeza más delante, al menos ni  un Obispo quiere el paquete de ordenarlos, ni siquiera el obispo de Chilpancingo Chilapa  que ordenó a algunos alumnos de este grupo y que sabe que puede meterse en serios problemas.


Aunque se le  haya pedido  al sacerdote Miguel Monroy Salazar  conocido de Santos  Pelayo y conocedor de los Heraldos a fondo, Roma no está interesada en esa fundación.


Mientras la situación se calma el Obispo debería informar sobre la situación de manera pública en especial a la comunidad de Unión de Tula, los laicos deberían de ponerse a orar por su Cura, así como lo piden los audios que han estado llegando vía whatsapp para animar a la gente de diversas partes de México para pedir por el Sacerdote que vive una situación difícil, pero no dicen delicada. Y por último animar a las personas que fueron víctimas a que denuncien sin miedo al obispado.


Una fuente allegada a S&P afirma que el Sacerdote se encuentra en Tlaquepaque en una conocida casa de ejercicios para sacerdotes. 


Con esta decisión del Obispo vendrán tiempos mejores para esta diócesis tan diezmada por el testimonio de algunos de sus  curas simoniacos, vividores y de doble vida. Y llegará el tiempo de los Curas con olor a oveja, pocos pero con calidad.










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