Guadalajara: la amada amiga del Obispo auxiliar, escándalo o minimo error






En unos cuantos días o semanas el hasta ahora último Obispo auxiliar de Guadalajara dejara de serlo. Tiene 75 años y según fuentes cercanas al Obispo ya solicitó al Papa su renuncia por cuestiones de edad.



Desde hace años existe un rumor que poco a poco se  confirma en el Presbiterio de Guadalajara, de ser cierto pondría en duda la autoridad moral tanto de  ex Arzobispo Juan Sandoval como del actual Arzobispo  José Francisco Robles Ortega sobre la situación que se ha venido dando  entorno a la persona del hasta ahora Obispo auxiliar de Guadalajara Juan Humberto Gutiérrez Valencia.


Gutiérrez Valencia nació en Guadalajara en el año de 1941. Ordenado Sacerdote a la edad de 26 años, estudió en Roma la licenciatura de Teología Dogmática. La mayor parte de su ministerio (22 años) la paso como formador y profesor  del Seminario.


Fue párroco de la comunidad de Getsemaní y  Nuestra Señora de  Lourdes, posteriormente estuvo como Canónigo en Catedral hasta 2008 en que fue promovido al episcopado por el mismo Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, de quien era hombre de sus confianzas y  quien lo consagro a la edad de 66 años.


Gutiérrez Valencia ha sido un religioso que ha tratado de vivir discretamente su vida privada. Parco, seco, serio y falto de espiritualidad, hasta ahora responsable (para bien o para mal de la Iglesia) de la vida consagrada de su arquidiócesis.


Algunos en el Presbiterio piensan que el mismo Sandoval  lo solapaba en algunas de sus movidas,  y en lo que a Robles respecta solo se quedó en que eran rumores, cuando en realidad esta carga de rumores tienen un 90% de verdad.



El Obispo conoció a Irma o María Emilia Zepeda (su verdadero nombre) después de que ella  regreso de vivir por un tiempo de los Estados Unidos, cuando nuestro flamante obispo era el influyente párroco de  nuestra Señora de Lourdes. Ella es originaria de Santa Anita Jalisco, fue tanta la confianza del entonces párroco que le pidió que fuera su cocinera y ama de llaves, por lo que María Elena Zepeda se convirtió en la mujer más poderosa de la comunidad, muchas decisiones las tomaba ella sin saber si perjudicaba a la pastoral, incluso tenía llaves de la recamara del párroco. Causando división al interior de la Parroquia.


La “amistad” siguió,  al grado que la mamá de dicha mujer de nombre Felicitas  (conocida como la suegra del cura en dicha comunidad) al ver la oportunidad de la relación de “amistad” de su hija con el entonces párroco decidió vender su negocio de comida en la central de Abastos de Guadalajara, negocio que había mantenido por muchos años para poner una fonda  a unas cuadras de la parroquia de Lourdes.
 
Siempre juntos, amigos inseparables

Aprovechándose de la situación de su mejor  “amigo”  Irma se dedicó a organizar viajes  durante ese tiempo, obteniendo jugosas ganancias, como si supiera que por un momento  lo moverían y ya no tendría más entradas de dinero, cosa cierta, posteriormente lo movieron a Catedral  pero según datos de los lugareños Gutiérrez Valencia mantenía estrecha comunicación con esta mujer y su familia, incluso los vecinos afirman que ahí vive y no en la casa del Sacerdote donde por indicación del  Arzobispo deben vivir los Obispos auxiliares.


La familia Zepeda (familia de Irma) se logró beneficiar de las dadivas del entonces Cura, las cuales obtenía  gracias a los dineros que la misma feligresía aportaba, tal es el caso de Nestor Zepeda (hermano de esta) quien gracias al dinero que ella y el hoy Obispo le daban lo malgastaba en las drogas, situación que ocasiono que en algunas ocasiones el mismo Juan Gutiérrez Valencia  tuviera que ir a sacarlo de la cárcel con dinero de la parroquia a petición de su amada amiga. 


La relación de Irma y del hoy Obispo auxiliar  a punto de jubilarse está plagada de mentiras que nadie en esa comunidad se las cree, algunos parroquianos han afirmado que ella es la amante del Obispo, puesto que se deja ver  en cualquier momento y a toda hora con ella, en centros comerciales, convivencias, fiestas, eventos diocesanos e incluso en viajes al extranjero como la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, como si fuera su pareja sentimental, la primer mentira que se cayó fue la de que por mucho tiempo se manejó que  era su “hermana”, pero al tiempo la misma madre del Obispo  y la familia lo desmintieron a más de algún parroquiano. Situación que molestaba a la familia directa de Gutiérrez Valencia , quien en ocasiones llego en mas de alguna ocasión a negar a su verdadera progenitora.



Los Curas que lo invitan a sus comunidades saben que lo tienen que recoger  y regresar en la casa de su hermana, ¿acaso es tan fraterna la amistad que ya se dicen hermanos?.


Muchos parroquianos que saben de la doble vida (así lo dicen ellos) del Obispo se han quejado con el actual párroco Mauro Montes pero no ha dicho nada, quizá porque también tendrá cola que le pisen y prefiere callar,  incluso el mismo lo ha comentado con algunos Sacerdotes que conocen del caso pero prefieren  guardar silencio, se sabe que el mismo Arzobispado conoce la situación pero apuestan a que pronto  el Papa le acepte la renuncia. Y prefiere guardar ese silencio complice.


Existen muchas interrogantes entorno a esta relación entre el Obispo auxiliar y esta mujer, nada desconocida para los parroquianos de esa comunidad, la primera interrogante es  ¿Por qué Sandoval Iñiguez lo promovió al episcopado?, ¿Por qué el Cardenal Robles lo acepto y no lo destituyó?.


De Sandoval se sabe que la mayoría de los sacerdotes que promovió han sido suspendidos por cuestiones morales delicadas. Lo curioso es que Robles no lo haya suspendido como lo hizo con el otrora Obispo auxiliar Trinidad González quien fue destituido a los 71 años y que ahora aún sin cumplir los 75 vive disfrutando de su dinero (o dinero de la Iglesia) entre  su rancho en Jesús María  y su fastuosa casa en el prestigioso  fraccionamiento  El Cielo Bugambilias.


Acaso esta delicada situación  publicada por Santa & Pecadora es un desafío para la Iglesia de Guadalajara por ser un “ataque sistemático a la Iglesia ”  como lo dice el Párroco del templo de Jesús María el Sacerdote José Vicente Ortega Benítez en el número 947 del Semanario causado  por “El mínimo error en los niveles eclesiales y eclesiásticos es engrandecido como escándalo, incluyendo las palabras coloquiales del Papa Francisco. En Internet, el corredor titulado “Iglesia Santa y Pecadora” se respalda en su cobarde anonimato.


Se trata de un mal testimonio que como muchos cansa a la feligresía y diezma el rebaño. Pero la jerarquía como muchos casos en varias Iglesias particulares lo ven como un “mínimo error”. Será.

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