Lo que sucede en el estado de Morelos es una radiografía de
lo que en realidad sucede en México. Un país quebrado social y económicamente.
Narco gobierno, inseguridad, aumento de violencia, pobreza
extrema , desempleo, corrupción, secuestros, así es la situación alarmante
del estado de Morelos. Ante esta
situación diversos sectores han alzado la voz, pero el Obispo de la localidad es quien ha hecho con mas
fuerza la denuncia que se vive en Morelos, siendo obispo de Cuernavaca Ramón
Castro Castro ha sufrido atentados y acoso hacia su persona y hacia miembros de
su presbiterio.
En Morelos gobierna un partido de izquierda (PRD), desde
2012 el gobernador es Graco Ramírez, miembro de una familia de militares, su padre
fue general, quien formo parte del
famoso “Escuadron 201”, el único que participo de México (como carnada) en la
segunda guerra mundial.
Cuernavaca y sus Obispos
Solo dos Obispos resaltan por su valentía en esta diócesis,
Sergio Méndez Arceo y ahora Ramón Castro, de ahí en mas ni uno. Doce son los
pastores que han gobernado la diócesis,
después de Méndez Arceo, el Obispo de los Pobres, el obispo rojo
nombrado por los conservadores en México gobernó por 30 años, posteriormente
fue enviado Juan Jesús Posadas Ocampo el
asesinado Cardenal mexicano, para
desmantelar todo lo que el “Obispo Rojo” había logrado. Méndez Arceo vivía,
servía y evangelizaba a los pobres y marginados, era un pastor con olor a oveja
muy adelantado a su tiempo. Ahora Ramón Castro se enfrenta a un grupo de
líderes políticos que se han dedicado a saquear a Morelos.
Otros Obispos con perfil bajo pero ambiciosos han gobernado
esta diócesis, como por ejemplo uno de
los alfiles de Prigione y operador político de los Obispo en el Salinismo, Luis Reynoso
Cervantes, ligado a la masonería eclesiástica. Y Alfonso Cortes Contreras del
grupo Monterrey, quien en 2012 aspiraba
(y se sentía) a ser Arzobispo de Monterrey pero los Obispos de la región pastoral de Nuevo León
lo bloquearon por su actitud arrogante y pedante (entre otras cosas) , por lo
que su promotor el cardenal Robles lo consoló con la Arquidiócesis de León.
Ahora Ramón Castro
Castro, del clero de Tijuana, ex diplomático de carrera y oriundo de Jalisco,
promovido por el ex Arzobispo de Yucatán Emilio Berlie como su Obispo auxiliar en Yucatán en 2004,
luego trasladado a Campeche en 2006
(donde se le acuso de encubrimiento de pedofilia, nota después aclarada por el
mismo), y desde 2013 es Obispo de Cuernavaca se vuelve en el ojo del
huracán de la problemática de Morelos.
Ciertamente hay algo que reconocer de Castro, no es un
Obispo arribista, se ha distinguido por ser un Obispo pastor, cercano con su
gente, en pocas palabras un pastor con
olor a oveja, de esos por los cuales Francisco se derrite. De hecho Castro es bien visto en Roma, por el mismo Bergoglio
quien lo conoció gracias al ex Nuncio Bertello (quien lo consagro Obispo) , hoy
Cardenal y miembro del G8 de Cardenales, aparte Francisco tiene sus propios
medios no clericales para conocer la realidad mexicana, que tanto interesa al
Vaticano.
Castro se convierte en la piedra en el zapato de un político
sediento de poder y dinero que aspira a ser candidato a la presidencia de ese
país. Un político cobijado por grupos de poder enemigos de la Iglesia.
Desde Roma los movimientos de Castro son observados, es quizá
el favorito natural de Bergoglio para dirigir la arquidiócesis mas grande del
mundo, pero según círculos cercanos a Castro este ha declinado en varias
ocasiones, por que afirma que no dejaría Morelos por irse por otro cargo, pero
se le olvida a Castro que la sucesión de Rivera no sería en este año, seria ilógico, puesto que el
Vaticano prepara con pinzas y analiza a los favoritos, incluso Rivera preferiría
a Castro que a Aguiar, lo mismo piensan la mayoría de los miembros del clero en
la arquidiócesis primada, por eso se espera que el cambio de estafeta se de por lo menos en dos años, después
de un tiempo de gracia a Rivera, y mientras las aguas se calman en Morelos.
Apoyo total a Castro
El gobernador Graco la bomba le exploto, el pensó que
amagando mediáticamente al Obispo controlaría la situación, pero esta se le
salió de las manos ya hora el ataque al obispo se le ha revertido, puesto que
en redes sociales se han volcado a un
apoyo total al Obispo con olor a oveja; laicos, movimientos, asociaciones no católicas
han mostrado su apoyo incondicional al Obispo, quien se ha convertido en
enemigo número uno del mafioso gobernador.
Meses atrás el mismo gobernador se entrevistó con el ex
nuncio Pierre para solicitarle que le dijera al Papa removiera al Obispo Castro
por tratarse de un prelado incomodo, el cambio de Nuncio le beneficio al Obispo
y este sigue no solo en Cuernavaca sino cobijado por el mismo Vaticano, si
graco pensó que con culpar erróneamente al Obispo y criticarlo sin sentido le acabaría
con su vida episcopal pues le erro, puesto que la situación de enfrentamiento
solo está apuntalando a Castro para lanzarlo como uno de los liderazgos
emergentes en el episcopologio mexicano.
Destaca el apoyo de los Obispos de la Arquidiócesis de
México, un apoyo total de su provincia eclesiástica, señal a Graco de que el
Obispo no está solo y cuenta con el total apoyo de la jerarquía.
Los perdidos
Suena interesante que hay varios actores de la vida de la
Iglesia en México que no han dado la cara ni mostrado su apoyo a Castro en a
este delicado problema entre el gobierno de Morelos y el Obispo. Llama
poderosamente la atención que el mismo Cardenal Robles presidente del
Episcopado mexicano no haya comentado
nada a los medios, siendo que Castro es miembro de la cúpula episcopal,
teniendo el cargo de la economía al interior de la CEM, otro dato curioso es el
del Cardenal Aguiar quien no ha dicho ni una palabra al respecto, acaso será para no andar de
protagonista y guardar su tan anhelado deseo de ser el arzobispo primado.
Sin duda los tiempos políticos episcopales ya se sienten,
tiempos muy al estilo de los hombres de
sotana, esta problemática le servirá a Castro para darse a conocer no solo a
nivel país, sino a nivel mundial. Pareciera que con el apoyo de Rivera Carrera este palomea indirectamente a Castro como un
excelente candidato a sucederlo. Por
ahora Castro se topara con desacreditaciones
que vendrán desde dentro de la
Iglesia, porque habría a quienes no les gustaría
que Castro un Obispo sin ambiciones
llegara a alguna Arquidiócesis, sobretodo los obispos príncipes y
arribistas que solo ven el poder, a diferencia de Castro que busca servir.
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