Venezuela: laicos de a pie, descontento con el gobierno y desconfianza hacía la Iglesia católica


No es un secreto a voces que algo se está gestando en Venezuela, sin duda el estallido social está al borde  de reventar.

Existen tres grupos, los leales al gobierno, la oposición y los que creen que no pasa nada y que todo está bien. Desgraciadamente  en el gobierno las cosas se han viciado, los negocios sucios y el narcotráfico han estado penetrando la cúpula política. Pero también entre la oposición existen ciertas corrientes que han dejado que los intereses de algunas transnacionales europeas y norteamericanas  estén a merced de las decisiones que se toman.
El problema de Venezuela es por el petróleo y sus recursos naturales, solo que los buitres de las transnacionales no han podido hacer con la ayuda de la ONU y la comunidad internacional un Irak, Siria o  Afganistán en América.

El Vaticano ha estado inmiscuido activamente en la  situación que vive este país sudamericano, más que los mismos Obispos,  su intervención (indirecta o como mediador) quizá se deba a dos situaciones que se han venido presentando, la primera es que tanto la oposición como el gobierno de Maduro han invitado al Papa a que sea un intermediario en la solución de los conflictos internos, he ahí la participación del Vaticano en las mesas de negociación y en segundo por interés propia del Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano y muy cercano a Bergoglio quien antes de estar en el cargo fungió como Nuncio del Vaticano en Venezuela y conoce la realidad que aqueja a dicha nación.
Hoy los laicos de a pie critican la pasividad de sus Obispos, que a duras penas empiezan a ponerse las pilas, ya se escucha (muy bajito) las voces de la CEV (Conferencia Episcopal Venezolana), en especial algunos de sus miembros como el Cardenal Urosa, quien ha dicho que la “Asamblea Constituyente es ilegal”, por lo tanto la preocupación del Vaticano es fuerte debido al derramamiento de sangre  que se pudiera dar.
Los Obispos venezolanos quieren hacer de último momento lo que no hicieron por muchos años, apenas despiertan de su espacio de confort y cada día que pasa la gente les pierde credibilidad.

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