Ciudad Guzmán es una diócesis pequeña ubicada al sur del
estado de Jalisco en México. En una extensión de 9,345 kilómetros cuadrados.
Cuenta con 60 parroquias y 95 sacerdotes,
en donde según la información proporcionada por el Anuario Pontificio el 95 %
se declara católico.
El ahora ya Obispo emérito
de Ciudad Guzmán Braulio Rafael
León Villegas tiene apenas 72 años, aún no cuenta con la edad canónica
para solicitar la renuncia al Papa (que es a los 75 años) pero por razones de salud el
Vaticano le ha aceptado la renuncia.
León Villegas originario de León Guanajuato, llegó a Ciudad Guzmán
en el año 2000, siendo el tercer Obispo de dicha diócesis. Su trabajo fue clave
en el desmantelamiento de los lobbys que se formaron bajo el cobijo del Obispo
Serafin Vasquez mejor conocido como “don centavin”, por dinerero.
Durante 17 años León Villegas gobernó Ciudad Guzmán de una
manera cautelosa y discreta, sin poder tocar a fondo a los lobbys que desde hace años amasaron poder.
A principios de 2017 el ahora Obispo emérito solicitó al Papa su renuncia por cuestiones
de salud, y es que la diabetes empezaba a complicarle sus trabajos pastorales.
Los lobbys comprendieron la mermada salud del Obispo y empezaron a hacer de las suyas. En ciertos sectores clericales se escuchaba desde julio
pasado que llegaría un Obispo coadjutor con derecho a sucesión para Ciudad Guzmán,
pero el Obispo desmintió a unos cuantos que no sería así, y es que el Obispo
había solicitado su renuncia. La noticia había sido efectiva la segunda semana
de septiembre, pero debido al terremoto ocurrido el 19 de septiembre el Vaticano decidió aplazar unos días el
nombramiento, cuando varios círculos cercanos al Obispo ya conocían la
decisión.
Delicada la situación
clerical
Curas con hijos y con mujeres viviendo con ellos, curas
homosexuales con parejas, casos de pedofilia,
malversación de fondos en algunas parroquias, éxodo de seminaristas a otras diócesis y falta de vocaciones
son los principales problemas que
aquejan a esta diócesis.
Los sacerdotes han hecho una supuesta opción preferencial por
los pobres, pero no existe una coherencia en lo que predican y en lo que viven.
El problema del clero de esta diócesis,
como el de muchas de sus diócesis vecinas es la falta de autoridad del obispo y la rebeldía de algunos
de los sacerdotes.
El nuevo Obispo
Con tan solo 11 años
de Obispo y 70 de edad Oscar Armando Campos Contreras se convierte en el cuarto
Obispo de Ciudad Guzmán. Originario de Guadalajara pero del clero de Tuxtla Gutiérrez,
diócesis a la que llegó al terminar sus estudios en el Seminario, por invitación expresa del entonces obispo
Trinidad Sepulveda quien fue en cierta manera su protector, pero quien lo
impulso al episcopado es el Arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, a
quien conoció en sus años de formación en el Seminario y quien lo promovió para ser su obispo
auxiliar en el 2006, en la dificultosa arquidiócesis de Oaxaca empezó su
carrera clerical, donde solo estuvo casi cuatro años para después ser nombrado
Obispo de Tehuantepec, una diócesis sumida en serios problemas clericales, que
ni el Obispo Padilla ni el Obispo auxiliar Refugio Mercado renunciado por salud
mental pudieron con la problemática de dicha diócesis. A Tehuantepec llegó en 2010
y su trabajo fue titánico, aunque no pudo atacar de fondo el problema, su
trabajo pastoral fue equilibrado pero poco eficiente, por esa razón a la hora
de buscar (el Vaticano) un Obispo
cercano a la gente, al clero con
autoridad para poner orden y un obispo de colmillo, las propuestas recayeron en el obispo de Tehuantepec.
El único problema es la edad, que aunque a sus 70 años se mantiene sano, esto le podría dar, si es
que la problemática de la diócesis no lo enferma o mata, al menos de 6 a 8 años
de actividad pastoral.
Ciudad Guzmán recibe a su cuarto obispo en medio de una
crisis clerical y vocacional, mientras el Obispo emérito se ira a su natal León
a vivir, al nuevo le tocará poner los cimientos de una Iglesia local en transformación.
Algo difícil, más no imposible.
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