No se trata de una película de Hollywood, se trata de un
delicado caso reciente de y en la Iglesia, que involucra a toda una red de
proteccionismo desde Papas hasta
laicos, una podredumbre que la iglesia
ha querido silenciar.
El caso del sacerdote pedófilo Marcial Maciel no ha sido
resuelto en su totalidad, algunos sectores poderosos de la cúpula de la Iglesia
se empeñan a no hurgar en los Legionarios de Cristo por millonarias razones. Y
es que conviene y aporta más tener a la Legión de Cristo en activo que muerta.
La legión aparece de nuevo en el ojo del escándalo,
sobretodo en la malversación de fondos, que como es de esperarse se pinta sola.
Resulta que hace unas horas el Consorcio Internacional de Periodistas de
Investigación (en inglés: International Consortium of Investigative
Journalists, ICIJ) ha sacado a la luz pública una investigación que
tituló Paradise Papers, respaldada con más de 13 millones de documentos donde
involucran a más de 120 mil personas y empresas con inversiones en paraísos
fiscales, en esta lista aparecen miembros ligados a la Legión de Cristo.
La Legión de Cristo desde tiempos de Maciel ha sabido
esconder y disfrazar su imperio económico, son unos cuantos los que saben las
redes y contactos con los que la Legión cuenta, presta nombres, lavado de
dinero, inversiones turísticas, centros educativos, asociaciones civiles y
muchas cosas más. Los Legionarios actúan (muy al estilo de su fundador)
astutamente como cualquier mundano.
El escándalo de la Legión es como una bola de nieve, proteccionismo
a curas pederastas en activo en su cúpula, malversación de fondos, renuncia de
hombres clave en su cúpula, incluso dejando el sacerdocio. El Vaticano ha sido benevolente con esta orden,
¿acaso será por los miles de millones de dólares que mueven?
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