México: el nuevo Arzobispo primado maniobra político – electoral







El sistema político mexicano vive en  franca agonía. Necesita de instituciones sólidas para sostenerse, desde hace muchos años los políticos mexicanos han utilizado a la Iglesia para poner en marcha sus mezquinos intereses beneficiándose ellos mismos y perjudicando al pueblo en general.


Todos los Obispos mexicanos, sin excepción, se han beneficiado de los políticos en el poder, tanto los de centro, como los de  derecha y los de izquierda, han apoyado a los jerarcas católicos, estos  tienen mucho en   común, los Obispos y los políticos mexicanos los mueven los intereses económicos y el poder.


El nombramiento  del Arzobispo primado se llegó a convertir en un juego de poderes, era el nombramiento más codiciado por los obispos arribistas, que tanto abundan en México. La arquidiócesis de México se convertía en la joya de la corona.


LA DUPLA AGUIAR – RIVERA


Dos Obispos arribistas y ligados al poder político y terrenal,  que si bien su manera de trabajar era opuessta,  en el fondo tenían una especie de alianza, eran la cabeza de las Arquidiocesis mas cercanas de México, quizá en trabajar pastoralmente son distintos pero su afán por complacer  a politicos y empresarios es el mismo. Rivera propondría  en la terna a su colega arzobispo de la metro circundante y Aguiar usaría sus contactos con la mafia Vaticana, su nombramientos  han sido dos regalos de Bergoglio para quien es y no es su amigo, pero que los compromisos de poder al interior de la Iglesia mandan más que las realidades pastorales.


Desde hace unos meses Rivera había mandado la señal de que el queria que Aguiar lo sucediera sobretodo se presentaban en distintos eventos arquidiocesanos juntos, participaban en comidas publicas y privadas o hacian que coincidian, el dialogo entre estos obispos se empezo a acrecentar.


NOMBRAMIENTO ANTICIPADO


El nombramiento se dio, en un par de días se movilizo, cuando en el vaticano se había estudiado la posibilidad de dar un nombramiento después de las elecciones o poco antes, se hablaba que el nombramiento se daría entre marzo y mayo, se aconsejaba que fuera en pascua, y se barajeaban varios nombres: el arzobispo de Monterrey, el obispo de Cuernavaca y el Cardenal Robles entre otros no tan conocidos, mientras Aguiar que ya había pactado su nombramiento se mantenía en un silencio obligado a no hacer labor mediática y en una simulada labor pastoral banquetera. Aguiar se vuelve a salir con la suya dejando a un lado y llevándoles la delantera al grupo Monterrey y al grupo Morelia.


UN ARZOBISPO PRIMADO VIEJO


Si analizamos  a los anteriores arzobispos primados nos podemos dar cuenta que todos tenían menos de 60 años cuando llegaron a este cargo. El primero el jesuita Pascual Díaz llego con tan solo 53 años junto con Rivera Carrera  los más jóvenes. Miguel Darío llego con 60 años, Luis María Martínez con 55 y Corripio Ahumada con 58. Ahora Aguiar llega con  casi 68 años, con una vida episcopal de 6-7 años.



Quizá quienes se beneficiarían con el nombramiento de Aguiar  son sus allegados, los curas que promovió a Obispos y que con trabajo ha llevado a posicionar: en primer lugar el obispo de Tepic Luis Artemio  Flores quien fue el primer promovido de Texcoco, en segundo el obispo de Valle de Chalco Victor Rene Rodríguez y el de Teotihuacan  Guillermo Escobar todos ellos promociondos por Aguiar.


Aguiar ligado al grupo Atlacomulco se ha convertido en un aliado del gobierno, en el alfil oficial de los gobiernos priistas, un obispo de escritorio, incapaz de mantener un dialogo con los presbiterios que se le han encomendado pero si abierto y con actitud de escucha para con los políticos y empresarios. El  nombramiento de Aguiar deja mucho que pensar de la situación que vive la Iglesia mexicana marcada por proteccionismos, compadrazgos, pastores inútiles e incapaces de defender y cuidar el rebaño. Por lo pronto así como Texcoco, ahora Tlalnepantla se sacude al Arzobispo y le dan gracias a Dios se vaya, mientras que los de la Arquidiócesis primada no saben si darle gracias a Dios porque se va Rivera o por que llega Aguiar, más de lo mismo, más problemas y continuidad a una Iglesia paralizada que necesita avivarse, que necesita un pastor de calle, cercano  y amigo de un clero sufriente.

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